Definitivamente París y Assassin’s Creed es una combinación… complicada. En 2014 la Revolución Francesa recibió a los Asesinos y Templarios para una de las entregas más esperadas de la saga y todo salió brutalmente mal. Sin embargo, Valhalla tiene otra historia, pues a pesar de pasar por la misma prueba de fuego de presentarse ante una nueva generación de consolas, Eivor y sus colegas Vikingos llegaron con nuevos bríos, dejando atrás los errores del pasado y entregando una historia satisfactoria para los que decidieron seguir al cuervo.
Con el contenido final para el pase de temporada de Assassin’s Creed Valhalla podemos tener la misma confianza que con el juego completo o su expansión anterior. Tal y como la naturaleza de estos contenidos lo marca, Ubisoft buscó que la despedida se sintiera parte de la entrega principal, sin arriesgarse demasiado y con el único fin de… bueno: expandir nuestra aventura nórdica.
Que elegancia la de Francia
Siege of Paris, al igual que la expansión de Wrath of the Druids, nos invita a jugar el contenido descargable a través de la exploración de un nuevo territorio. Eivor es invitado al territorio francés para ponerle fin a los problemas provocados por el rey Carlos El Gordo aka Charles the Fat (después de un Wikipediazo y algunas consultas más formales, resulta que la historia del juego está bien adaptada… justo lo que necesitas para el regreso a clases). Eivor acepta y termina desembarcando en territorio franco, comenzando así el asedio de París.
La campaña de este DLC se puede extender en poco más de 10 horas, por lo que vale la pena echarle una mano al control si deseas complementar los eventos de Inglaterra e Irlanda. Sin embargo, no se trata de un evento crucial en la vida de nuestro protagonista, lo que en ocasiones parece dejarnos ante una narrativa simple, pero que se esfuerza por explotar algunas características del gameplay visto a lo largo del juego principal, y hasta apuesta por mecánicas de sigilo para mantenernos entretenidos.
Imagen: Ubisoft
Por otro lado, la interpretación y los eventos de Charles the Fat incluye algunos de los mejores momentos de un villano en los últimos juegos de la serie; particularmente me recordó un poco a la personalidad y la atmósfera que brinda Haytham Kenway en AC III y, estirando un poco más la liga, también podría decir que tuve algunos flashbacks respecto a mi experiencia con Borgia en AC II… ¿cuestionable? Probablemente, pero hay un muy buen trabajo en la construcción del villano para este DLC.
Además, seguir explorando Europa en los ensangrentados zapatos de Eivor se mantiene como una de las experiencias más emocionantes de este inicio de generación. Valhalla supo mantener la racha de la serie y el interés de los jugadores. Y aunque en términos narrativos Siege of Paris es muy básico, cumple con lo que promete a través del conflicto principal y el desarrollo de su clímax.
From France with love
Así como la historia es bastante lineal, el gameplay también conserva los elementos básicos del juego principal, lo que definitivamente no es malo, pero sí puede entrar en un limbo de “más de lo mismo”. Sin embargo, el sigilo que poco a poco ha quedado rezagado por la acción y el combate, toma un segundo (cuarto o quinto) aire a través de las misiones Black Box, las mimas que vimos en Assassin’s Creed Unity, ajá el juego que se llevaba a cabo en Francia.
Imagen: Ubisoft
Estas misiones le entregan al jugador una sensación de libertad única, a través de un set de posibilidades bastante amplio, pero con un objetivo en particular. O sea, tenemos un objetivo al que matar, un escenario con diferentes caminos disponibles y la posibilidad de hacer las cosas como nosotros deseemos. Definitivamente hay que tener paciencia y muchas ganas de sacarle jugo a esta opción para disfrutarla, pues cambia considerablemente el ritmo del juego (en relación a la historia principal), pero coloca la infiltración y los acertijos en el centro de todas las acciones.
Para ponernos en el ambiente histórico, los desarrolladores incluyeron una plaga de peste en el mapa, lo que se traduce a un montón de ratas que llegan a molestar a Eivor mientras está oculto o explorando. Extrañamente no se trata de un elemento que pueda hacerte daño (más allá de hacerte salir de un escondite), sino más bien de un detalle que busca ponernos en el mood correcto… pero que termina siendo una idea que al ejecutarse es intrascendente para el jugador. A veces salen y a veces no, y como no las puedes matar hay que pasar por el “mini juego” de atraparlas, pero no es para nada divertido.
La Ville Lumière
Otro aspecto que cambia poco respecto al juego original es el tema visual, nada malo que reportar pero tampoco es que haya gran diferencia con algunos lugares de Inglaterra. Salvo la arquitectura de algunos edificios y los hermosos jardines de los mismos, el resto se siente prácticamente idéntico a lo que ya exploramos en la campaña.
Imagen: Ubisoft
Tuvimos la oportunidad de jugar la versión de PC y el desempeño del juego fue increíble, sin problemas en la ejecución y todo muy bien en términos generales. Teniendo en cuenta que es el último DLC del season pass, está claro que habría pocos cambios… aunque se siente menos impactante que las ideas detrás de Wrath of the Druids.
Al final del día, Siege of Paris es un buen cierre para esta aventura nórdica, aunque no se siente como una despedida, lo que deja abiertas las posibilidades respecto a nuevas aventuras de Eivor. Por otro lado, teniendo en cuenta el ciclo de vida de un juego en la actualidad, Ubisoft ha sabido expandir de buena forma su última entrega, manteniendo un estándar de calidad en lo más alto y aprovechando las mecánicas disponibles para que el ritmo se mantenga sano y los jugadores entretenidos.
Definitivamente sigo prefiriendo que Assassin’s Creed tenga un año completo de vida útil sin la presión de un lanzamiento anual, contrario a sentir que estoy atrapado en Netflix esperando año con año una nueva temporada de una historia que no se está desarrollando de la mejor forma posible.
Imagen: Ubisoft
Si no le has dado una oportunidad al lado nórdico de los asesinos, este es el momento perfecto para adentrarte a su historia.
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