Reseña: Chorus, una odisea cósmica de muy altos vuelos

Una odisea espacial con batallas frenéticas y emocionantes que se ven interrumpidas por una historia anodina.
Ayax Bellido
Imagen: Deep Silver

Hace unos meses, cuando tuve la oportunidad de jugar la primera secuencia de Chorus, el nuevo videojuego de Deep Silver, mencione que me daba la impresión de que el título lo tenía todo para reivindicar al género de los shoot’em’up con un título AAA de altos vuelos.

Ahora, una vez el videojuego completo se ha estrenado el pasado 3 de diciembre para consolas de Xbox, PlayStation y ordenadores, y que hemos tenido la oportunidad de vivir la aventura de Nara a través del espacio, solo podemos reafirmar a medias aquellas primeras sensaciones que el juego nos dio en septiembre.

Y es que por un lado, Chorus nos presenta una jugabilidad entretenida y llena de adrenalina que nos hace recordar porque los juegos de naves y batallas espaciales son un pilar dentro de la industria desde sus orígenes, pero por otro lado, tenemos una narrativa espesa, lenta y repleta de un relleno argumental que muchas veces sepulta las virtudes del juego entre un montón de tedio y diálogos insustanciales.

Combates espaciales en su máximo esplendor

El combate y la jugabilidad de Chorus son el punto más alto de la entrega desarrollada por Deep Silver: pasar por delante de las naves enemigas, seguirlas a toda velocidad, apuntar minuciosamente con la mira y finalmente hacerlas explotar es siempre un momento emocionante y lleno de adrenalina. Y sí, se trata de una mecánica de juego tan antigua como la propia industria, sin embargo, la velocidad y fluidez en los movimientos en Chorus son lo suficientes para mantener la diversión y el entusiasmo con el juego.

Además, Deep Silver se permitió ciertas innovaciones en la fórmula ya conocida de memoria del combate espacial en los videojuegos, aprovechando las bondades de las consolas y ordenadores de nueva generación. En ese sentido, en Chorus nuestra nave viene equipada con tres armas diferentes con sus propios usos, virtudes y desventajas. En primer lugar, tendremos las ametralladoras Gatling como la herramienta más clásica de disparo, fáciles de apuntar pero con un efecto de daño relativamente bajo, ideales para acabar con los enemigos más veloces y ligeros.

En segundo lugar está el arma láser que se utiliza principalmente para perforar los escudos enemigos, haciéndolos vulnerables a un derribo completo, y finalmente el arsenal lo completa el lanzador de cohetes, que se utiliza esencialmente contra los objetivos blindados y de gran magnitud. No es un sistema de combate que sobresalga por su estrategia, pero habrá escenarios en donde tendrás que intercalar entre las tres armas, agregando variedad y manteniendo el impulso dentro de la jugabilidad de esta forma.

Imagen: Deep Silver

A estas tres armas también debemos agregar los llamados Ritos de la protagonista, que son una especie de habilidades de tipo esotérico que hacen las batallas más interesantes por la capacidad que tienen para simplificar ciertos movimientos. Y es que a lo largo de la aventura de Nara, iremos despertando estos poderes perdidos que nos hacen la aniquiladora espacial más temida de todo el universo.

El primero es el Rito de los Sentidos, una habilidad estándar que nos permitirá una especie de Vista de Águila que nos permite visualizar objetos que simple vista permanecen ocultos, además de indicar la posición de los objetivos y coleccionables alrededor del amplio mapa. Pero por supuesto, esto es solo el principio, pues el resto de Ritos no harán más que potenciar el instinto asesino de Nara en el campo de batallas, con poderes que le dan la capacidad de arrojar buques de guerra unos contra otros, o teletransportarse justo detrás de los enemigos en la posición perfecta para acabar con ellos (esta sin duda mi favorita).

Ahora, se trata de una experiencia totalmente dentro del terreno de lo arcade, por lo que si estás buscando algo más cercano a un simulador de vuelo Chorus no es para ti. Hay ciertas opciones de personalización que nos permiten potenciar las armas, escudos y aerodinámica de nuestra nave, pero nada en verdad complejo o acercado a las leyes establecidas por la física. Los movimientos de nuestra nave los haremos a través de los joysticks, tanto para navegar como para apuntar… tras esto solo nos queda disparar, un botón para cada uno de los Ritos y un propulsor que nos permitirá adquirir velocidades muy altas para cubrir grandes tramos. Se trata de una jugabilidad con una curva de aprendizaje muy sencilla e intuitiva.

Imagen: Deep Silver

Por último, en lo que respecta al diseño de niveles, podemos decir que Chorus logra crear una experiencia satisfactoria: por lo general tendremos que enfrentar dos o tres fracciones de enemigos con habilidades diferentes, mientras que la flota enemiga principal siempre será responsabilidad de Nara. También habrá misiones donde tendremos que hacer explotar las baterías y núcleo interno de una gran nave o infiltrarnos en los escudos de una fortaleza para destruirla desde el interior a través de laberintos, por lo que en realidad nunca sentirás que la aventura cae en lo repetitivo, no al menos desde la jugabilidad.

La lucha de una rebelde

La narrativa de Chorus gira en torno a Nara, una letal y talentosa piloto que se reveló contra las fuerzas de El Círculo y el Gran Profeta para ahora acabar con su tiranía. La lucha de Nara es ahora contra su antiguo mentor, pero esto también implica libra un enfrentamiento en su fuero interno con ideas que se contraponen en su cabeza: es cierto, ya no combate por la destrucción, sino para proteger… pero ese cambio sustancial en la perspectiva no deja de generar dudas e inseguridades en todo momento a nuestra protagonista.

De hecho, en su premisa me parece que Chorus funciona bastante bien, y es lo suficientemente profunda y llamativa como para engancharse en un principio. El problema viene después, cuando los diálogos y las escenas se tornan repetitivas, largas e insustanciales, haciendo que cada cinemática se sienta como una interrupción al juego, y no como un elemento que le da vida al mismo.

Imagen: Deep Silver

A Chorus le encanta hacerte esperar, debes tomar descansos de 10 minutos entre las peleas espaciales para ser testigo de un relleno de acción y aventura sin sentido. Y es que a pesar de todas las imágenes llamativas y los conceptos de ciencia ficción, la historia de Chorus no termina por cuajar: no hay nada misterioso, atractivo o emocional en la configuración y esta falta de sustancia continúa en todo momento. Solo tenemos una disputa filosófica y ética de Nara como leitmotiv, repitiéndose en todo momento hasta que se vuelve cansado.

Además, la salida a cada conflicto suele resolverse de una forma muy anodina. Tomemos como ejemplo la relación de Nara con su nave pensante, Forsa. En algún punto, descubrimos que Nara la tuvo encerrada durante siete años. Nara la saca del cautiverio al principio del juego y Forza, legítimamente enojada por haberse quedado atrás en un templo oscuro se lo reprocha desde el primer momento. Este conflicto se resuelve rápidamente cuando Nara se disculpa entre un montón de diálogos llenos de clichés y Forsa, sin más, decide perdonarla. Problema resuelto y tensiones olvidadas, y así pasa con algunas otras situaciones de la historia, incluyendo la relación de Nara con El Profeta, que es el punto cumbre del argumento.

De alguna manera es el clímax y su antítesis al mismo tiempo, como si todos los momentos emocionales del juego vinieran de la nada y desaparecieran sin dejar rastro alguno, en un tono que para ser honestos por momentos me provocó una enorme irritación.

Imagen: Deep Silver

Esta ligereza y falta de impacto también se ve reflejado en las misiones secundarias y resto de elementos que conforman el mundo abierto de Chorus. Algunas son divertidas, otras son misiones habituales de escolta o entrega. Hay botín que puedes usar para mejorar tus estadísticas, y hay encuentros aleatorios que te darán algo acción, pero en esencia, todos terminan por ser una excusa para canalizar diálogos olvidables mientras no haces nada más que mantener presionado el botón de impulso para navegar a través de las estrellas y los restos de asteroides.

Ahora, en ese sentido vale decir que Chorus es un juego que luce muy bien, con un apartado gráfico bien logrado y que logra brindar una experiencia más que satisfactoria para aquellos que gusten de los juegos contemplativos, pues es fácil perderte en esta odisea espacial llena de colores, brillos y texturas que representan la inmensidad de las galaxias más lejanas a nuestro hogar.

Imagen: Deep Silver

Chorus combina las habilidades únicas y los controles fluidos con un amplio mapa y un diseño de niveles más que aceptable para convertir un juego de combate espacial en una experiencia llena de acción frenética. Si el objetivo del desarrollador Fishlabs y Deep Silver era hacer un juego de combate espacial genuinamente cinematográfico bajo una dinámica arcade muy simple de entender y ejecutar, lo consiguieron… Sin embargo, la frecuencia con la que la historia interrumpe tu tiempo de juego con un relleno en gran parte insustancial hace que en algunos puntos la experiencia se tornen molestos, sobre todo cuando el combate de Chorus ofrece elementos más que suficientes para engancharte por si solos.

¿Ya jugaste Chorus en Xbox One, Xbox Series, PlayStation 4, PS5 y PC?

***

Los Streams del Senpai te esperan para echar la reta todos los viernes a la 1:00 pm (horario de la Ciudad de México). No te lo pierdas en nuestro canal de YouTube.

ANUNCIO
ANUNCIO