Reseña: Riders Republic, libertad para vivir al máximo los deportes extremos

Una experiencia de deportes extremos que prioriza la libertad del jugador por sobre todas las cosas.
Ayax Bellido
El juego ideal para los amantes de los deportes extremos | Imagen: Ubisoft

Los videojuegos basados en deportes extremos siempre han sido bien acogidos por la comunidad de jugadores desde el comienzo de la propia industria. El skate, snowboard o el ciclismo de montaña han tenido grandes recreaciones en el mundo de los pixeles, con sagas inolvidables que marcaron particularmente a los jugadores de finales de la década de los noventa y el comienzo del nuevo milenio.

En ese contexto, es que Ubisoft ha presentado el juego Riders Republic, una apasionante aventura de deportes extremos que apuesta por la libertad y amplitud del mapa para ofrecer una experiencia sin precedentes dentro del género, aprovechando al máximo las capacidades y arquitectura de las consolas de nueva generación, pero sobre todo, las bondades de la conectividad para crear comunidad a través del juego.

Libertad extrema

Riders Republic es un juego de deportes extremos de mundo abierto que prioriza la diversión, la libertad y la capacidad de interacción para hacer comunidad por encima de todo. Esa ha sido la gran apuesta de Ubioft con esta entrega que ha dejado atrás cualquier atisbo de sobriedad o moderación para dar a los jugadores una sensación de libertad extrema.

Se trata de algo similar a un patio de recreo personal donde eres libre de seguir el deporte que más te apasione. Ya sean carreras de bicicletas, snowboard o competencias áreas, no hay espacio para la monotonía en el amplio universo de esta República Deportiva. Y es que con cada momento que pasas dentro del juego da la sensación de que el espacio jugable se va haciendo un poco más grande, las carreras más rápidas y los trucos más impresionantes.

Imagen: Ubisoft

La libertad también la encuentras en el sistema de progreso, pues Riders Republic rara vez te impide hacer lo que quieres en el momento y lugar que desees realizarlo. No hay un camino a seguir ni una ruta establecida en ese sentido, sino que tu vas eligiendo la forma en la que vas avanzando a lo largo de los diferentes eventos que se encuentran en un mapa que fusiona siete parques nacionales de Estados Unidos, en donde la diversión y adrenalina nunca faltan. Aquí  no hay desafíos obligatorios o requisitos de victoria que bloquean  tu progreso o te impidan realizar tus actividades favoritas.

También es cierto, que llegado un momento esta enorme amplitud y holgura de movimiento hacen que el sistema de recompensas comience a sentirse vacío. Es decir, tras varias horas sentirás que solo estás desbloqueando eventos, intentando romper récords de tiempos o buscando conseguir todas las estrellas de habilidades, pero no habrá más. No existe un elemento narrativo en Riders Republic que permita cohesionar y unir a toda la comunidad en un objetivo en común. Es parte de esa libertad que ofrece el juego, pero en aras de la misma hay momentos en que se añora una especie de hilo conductor que dote de cierto sentido a todo lo que está ocurriendo dentro del mapa.

Imagen: Ubisoft

Bienvenido a la Republica de los deportes extremos

Riders Republic es un enorme parque social que rinde homenaje a tres deportes extremos: esquí y snowboard, ciclismo de montaña y vuelo en traje de alas. Adaptarse a las mecánicas de juego no será ningún inconveniente y te llevará una curva de aprendizaje bastante corta poder dominar los distintos vehículos que tenemos a disposición para movernos a través de los diferentes terrenos.

También podremos elegir entre un par de cámaras, una abierta y otra desde una perspectiva en primera persona, es cuestión de elegir la que más se adapte a nuestro estilo de juego. Por supuesto, si te gusta ver la magnificencia de los trucos te recomendamos la primera opción, pero si prefieres el realismo por sobre todas las cosas, la segunda es para ti.

En Riders Repubic al completar un evento  se abrirán más en el mapa en esa disciplina en particular, al igual que cualquier equipo relevante que necesites para seguir prosperando. Completar actividades y participar en sesiones multijugador te recompensa con estrellas, que se utilizan para desbloquear nuevas carreras, progresar en tus acuerdos de patrocinio y darte acceso a carreras por invitación más prestigiosas y al mismo tiempo ridículas.

Cada evento también viene con objetivos secundarios: terminar por debajo de un cierto umbral de tiempo, completar una serie de trucos o pasar por un determinado punto de la pista para tomar una fotografía, los cuales te otorgarán estrellas y XP adicionales al completarlos, lo que promoverá la progresión de la carrera y adquisición de un mejor equipo.

Por supuesto todo esto también es un aliciente para la personalización de nuestro personaje, pues obtener puntos de experiencia también nos dará acceso a ropa, cascos y demás objetos ornamentales que nos permitirán ataviar a nuestro protagonista a nuestro gusto.

Por otro lado, a lo largo de nuestra aventura en esta República, un puñado de NPC estarán en constante comunicación, avisando sobre eventos del mapa o realizando todo tipo de bromas absurdas. Por ejemplo está Brett, fundador de Riders Republic, claramente atrapado en una crisis de la mediana edad con diálogos retorcidos y fuera de lugar que parecen escritos por alguien que no ha tenido ningún tipo de relación cercana con algún entusiasta de los deportes extremos en los últimos veinte años. Como mencionamos, la narrativa es el pie del que este juego cojea, y sus tímidos intentos por brindar algo de contexto a la historia están lejos de ayudar.

Imagen: Ubisoft

A esto debemos añadir que la banda sonora tampoco es de lo más destacado, en algo que resulta decepcionante para un juego de deportes extremos, donde la música es un apartado que suele sobresalir, siendo incluso una plataforma propicia para que muchas bandas o artistas den a conocer su trabajo. En Riders Republic tenemos una versión soft y coral de Gangsta Paradise que para nada me motivaba mientras bajaba una montaña a toda velocidad en bicicleta.

Tierra, nieve y aire

Riders Republic es un juego que se mueve a través de la tierra, la nieve y el aire, teniendo la capacidad de cambiar entre estas tres experiencias en cualquier momento. En ese sentido, de todas las actividades deportivas incluidas en la República, los trajes de alas son los más difíciles de manejar, sobre todo en carreras que requieren puntos de control de precisión.

Imagen: Ubisoft

También hay eventos mixtos que harán que cambies de bicicleta, a tabla y a volar en intervalos durante la misma carrera. Estos son en gran medida divertidos, aunque son sin duda en los que más ocuparemos la función de rebobinar, sobre todo cuando lleguen las partes de la competencia.

Esa capacidad de cambiar entre experiencias sobre la marcha no se limita a ciertos eventos, sino que también es uno de los elementos más destacados de la exploración. De hecho, es esta libertad lo que hace que Riders Republic se distinga, pues contamos con una especie de “rueda deportiva” que permitirá cambiar instantáneamente entre cualquiera de los equipos. Ya sean las bicicletas de Slopestyle, Freeride, Enduro y Downhill, tu colección de esquís y tablas de snowboard de freestyle y carreras, tu traje de alas y trajes de alas de cohete, la moto de nieve y el paramotor… todos están a tu disposición en el momento que quieras.

Imagen: Ubisoft

La ambientación de nueva cuenta vuelve a ser el elemento donde Ubisoft se diferencia del resto. La desarrolladora logró crear un espacio impresionante que funciona para cada una de las carreras y eventos, pero que también funciona como experiencia contemplativa para aquellos que simplemente quieren tomar su bicicleta y recorrerlo sin rumbo fijo. Además se trata de un ecosistema totalmente vivo, pues mientras te mueves verás constantemente a otros jugadores conectados. Podrían estar explorando en busca de objetos de colección, en medio de un evento o jugando con sus amigos: es este elemento el que transforma a Riders Republic, haciéndolo sentir como un mundo orgánico, en algo similar a lo que vivimos con la saga Forza Horizon.

La velocidad a la que este mundo fluye a tu alrededor es ciertamente impresionante, ya sea en carreras rápidas o en exploración libre, con poca interferencia o desaceleración de la velocidad de fotogramas. Eso no quiere decir que Riders Republic esté libre de problemas técnicos que reducen la diversión. Ya sea en las batallas de trucos 6v6 o en las carreras masivas y caóticas de más de 50 jugadores, donde se encuentran frecuentes problemas de conexión y fallas en el rendimiento. Además, en el caso de una Xbox One, la conectividad y accesibilidad al videojuego en ocasiones se vuelve una tortura, mientras que la optimización para Series S corre sin ningún contratiempo.

Imagen: Ubisoft

Ubisoft ha presentado una apuesta ambiciosa en el terreno de los videojuegos de deportes extremos que seguramente tendrá su recompensa entre los fanáticos a este tipo de actividades. El mapa es un agasajo tanto en expansión como en su estética, y brinda de una enorme sensación de libertad a los jugadores. Sin embargo, su poco gancho narrativo y la falta de contexto para todo lo que sucede en la República, hacen que quizá el jugador más casual solo visite Riders Republic de vez en cuando, convirtiéndose en uno de esos títulos que siempre salvan del aburrimiento cuando no sabes exactamente qué jugar

Riders Republic está disponible para PS4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S y PC.

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