En los últimos años el buen Sonic ha tenido altas y bajas, pero uno de sus momentos más importantes y destacados ha sido el lanzamiento de Sonic Colors en exclusiva para Nintendo Wii; catalogado por muchos como el “mejor juego 3D del erizo”. Más de 10 años después de su lanzamiento original, y como parte de la celebración por el 30 aniversario de Sonic the Hedgehog, SEGA ha tomado la decisión de rescatar aquella entrega de Wii para consolas de nueva generación, lo que ha desencadenado una gran pregunta para los seguidores de el espinoso azuloso: ¿será Sonic Colors Ultimate la versión definitiva de este clásico plataformero?
Como primer punto debemos decir que el relanzamiento de Colors en consolas fuera de Nintendo es un gran acierto, ya que al haber sido una exclusiva de Wii limitó el público que pudo disfrutar de esta aventura. Con las versiones para todas las plataformas, estamos seguros de que muchos jugadores podrán darle una oportunidad a esta aventura. Además, su aparición para festejar a la mascota de Sega y la inercia que todavía carga su película live-action, lo hacen un juego perfecto para los más pequeños… e incluso algunos más maduros.
Texto: Alejandro Ovando
Sonic y los colores del Infinito
Metiéndonos por completo al juego, tenemos una historia simple pero con todo lo necesario para disfrutar de una aventura clásica con Sonic. Dr. Eggman, arrepentido por sus fechorías del pasado, decide crear un parque de atracciones en el espacio exterior para esparcir la diversión en todo el universo. Sin embargo, este acto de “bondad” no le suena nada bien a Sonic ni a Tails, por lo que ambos personajes deciden ir al misterioso parque, donde descubren que unos pequeños aliens de colores llamado Wisp, los cuales han sido capturados por el villano. Así que sí, Sonic debe rescatar a estos pequeños alienígenas y evitar que los malvados planes de Eggman se hagan realidad.
Imagen: Sega
En Sonic Colors tendremos a nuestra disposición 6 distintos mundos para explorar, cada uno con 6 diferentes niveles. Pero todos con la característica de poder utilizar a los ya mencionados Wisp, los cuales nos brindan distintas habilidades para poder pasar los niveles de formas poco convencionales. Conforme avancemos en los mundos iremos desbloqueando más Wisp y con ello podremos acceder a zonas que no están dentro del trazo lineal del nivel, gracias a sus poderes especiales.
Por ejemplo, un Wisp “cohete” nos puede lanzar por lo más alto del escenario, o podemos ir bajo tierra con el Wisp “taladro”; gracias a los Wisp el juego nos ofrece una rejugabilidad bastante amplia, pues no basta con solo terminar el circuito a toda velocidad, ya que también debemos encontrar los 5 anillos estrella roja esparcidos a lo largo y ancho del nivel. Estos objetos nos ayudarán a desbloquear niveles en un pequeño mini juego llamado Gameland; una suerte de máquina arcade en la que podemos afrontar niveles de forma cooperativa. Además, los anillos rojos nos permitirán desbloquear a Super Sonic… que si nunca aparece de forma oficial en la historia, siempre es una grata experiencia recorrer este parque de atracciones a la gran velocidad del Super Erizo.
¿Cómo es pasar de Wii a PS5?
Imagen: Sega
Tuvimos la oportunidad de probar Sonic Colors Ultimate en su versión de PS4 a través de la retrocompatibilidad de PS5, y si bien las mejoras son considerables, tampoco son un cambio de última generación. Por suerte, tenemos controles bien adaptados que incluso brindan la opción de personalizar los botones a nuestro antojo lo cual es un buen acierto por parte del equipo de Blind Squirrel y Sega. Y no te preocupes, pues la versión de Wii no necesitaba estrictamente del control de movimiento, por lo que jugar con un DualSense se siente muy natural y con cero inconvenientes.
Entrados en el gameplay, Sonic Colors elimina el conteo de vidas, por lo que tendremos infinitas oportunidades para pasar el nivel, y con esto viene un añadido especial, ya que al caer al vacío nuestro leal compañero Tails llegará para ayudarnos. Claro que lo anterior solo funciona si tenemos fichas de Tails, las cuales se pueden encontrar a lo largo del juego como si fueran vidas, si éstas llegan a acabarse regresaremos al último checkpoint. Por otro lado, morir en repetidas ocasiones nos otorgará una menor calificación que va desde la letra D a la S.
Hablemos un poco de las mejoras visuales, Sonic Colors Ultimate corre a 60 FPS, pero en bastantes ocasiones nos encontraremos con bajones de frames, sobre todo a la hora de hacer transiciones con los bucles clásicos de Sonic e incluso en los menú del juego… algo bastante raro ya que en los menú es cuando más caen los cuadros. Por otro lado, Sonic Colors hace honor a su nombre y nos presenta una experiencia bastante colorida en los escenarios. Es todo un espectáculo correr a máxima velocidad mientras vemos distintos cruceros espaciales apareciendo entre las estrellas, o al estar sumergidos en el agua y encontrarnos con un palacio japonés en el fondo, definitivamente un enorme trabajo en el diseño de niveles. Mientras que las cinemáticas se ven todavía mejor, y se nota que fueron rediseñadas con mucho cuidado para mostrar la historia como si de verdad fuera un juego de nueva generación, aunque esto contrasta bastante con la ambientación general del juego.
Imagen: Sega
Lamentablemente, Sonic Colors Ultimate presenta un pequeño problema con una habilidad clásica del erizo, pues el boost de Sonic puede distorsionar la pantalla al grado de que no se ve tan clara la imagen. Ese efecto de velocidad, que evidentemente aparece en repetidas ocasiones a lo largo del juego, se siente como un error en los gráficos, cuando -parece- que debería ser un adorno de la versión Ultimate. Y ya que estamos hablando de los errores y bugs, que han sido ampliamente comentados en redes sociales, debo decir que no tuve ninguno de estos problemas a lo largo de mi partida, salvo los bajones de cuadros ya mencionados, pero nada del otro mundo. Incluso tuve la oportunidad de jugar con la “infame” versión de Nintendo Switch y no hubo nada que reportar en relación a errores de programación que rompieran la experiencia de juego.
¡Metal Sonic!
Hay dos mejoras importantes en esta reedición de Sonic Colors. La primera es la inclusión de Metal Sonic, el cual aparece una vez que tengamos cierta cantidad de anillos rojos en el juego. El robótico clon de Sonic aparecerá en un nivel al azar para desafiarnos a una carrera, un añadido bastante interesante pero que no llega a ser algo que destaque como se esperaba; al vencer a metal Sonic se nos otorgarán distintos artículos de personalización. Y es ahí donde tenemos la segunda mejora importante, ya que en esta ocasión podemos personalizar a Sonic en detalles estéticos que van desde cambiar el color de sus guantes, hasta modificar el aura que emana Sonic al momento de hacer el boost, estas mejoras se realizan al conseguir en fichas de personalización, las cuales están esparcidas a lo largo de todo el juego, por lo que habrá que abrir bien los ojos para encontrar estas valiosas fichas… para nada modifican el gameplay, pero pueden darte unas horas extras de juego.
Imagen: Sega
Si bien Sonic Colors Ultimate es un juego que tiene algunos problemas y cuyas mejoras no llegan ser un gran cambio, el producto final cumple con su objetivo de acercar a una nueva generación de jugadores a una aventura que, casi 11 años después, ya podemos considerar como clásica. Los pequeños errores que presenta la versión de consolas de Sony pueden ser arreglados con un buen parche. Pero el hecho de poder experimentar esa aventura en diversas plataformas permite que Sonic Colors Ultimate se convierta en la versión definitiva de esta obra. Además, con esto podemos hacer menos tediosa la espera por el juego anunciado hace poco, el cual será el encargado de celebrar el 30 aniversario de Sonic The Hedgehog de manera real y -esperemos- digna.
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